La última generación de Ranger incorporó un alto nivel tecnológico en todas sus versiones para ubicarse en lo alto de un segmento cada vez más competitivo. Con un puntaje destacado en seguridad pasiva, fue el de mejor precio-seguridad de su categoría.

Ford realizó una inversión de 600 millones de dólares para modernizar su planta Pacheco y acercarla al nivel global de fabricación de la marca enmarcada dentro del proyecto de la nueva generación de Ranger.

Las tecnologías y procesos de manufactura 4.0 la convirtieron en una fábrica conectada y digitalizada. Con todas las transformaciones, los 300 nuevos robots y mayor calidad lograron conformar a la más tecnológica versión de su pick up mediana, símbolo de la raza fuerte que ahora presenta un chasis de acero altamente resistente con una resistencia a la tracción un 30% superior.

La nueva camioneta de producción nacional fue sometida a 1.000.000 de kilómetros de pruebas en 23 estados de Brasil y 6 provincias argentinas para validad su durabilidad.

La nueva Ranger se renovó en función de las nuevas tendencias que ya dejaron atrás el concepto de que las pick ups son exclusivamente vehículos de trabajo. Por el contrario, ahora también se utilizan para la vida diaria, viajes en familia y manejo citadino.

En este sentido, el modelo de la marca del óvalo incorpora alto nivel de equipamiento de serie, donde destacamos los siete airbags (frontales, laterales delanteros, de cortina para ambas plazas y de rodillas para el conductor).

A nivel preventivo, dispone los ya tradicionales Controles de Estabilidad y Tracción, pero también adiciona el Control de Carga Adaptativo, Asistente al Arranque en Pendientes y Control de Balanceo de Tráiler.

Ford fue nuevamente protagonista de los premios crash test con el único ganador con un vehículo de producción nacional que tiene los estándares de calidad de los países del primer mundo.