El sedán de Toyota se quedó con el único premio de sedanes que se entrega este año y, además, ganó por segunda vez la distinción al Auto de Oro por ofrecer la mejor relación precio-seguridad de todos los participantes.

El Toyota Corolla es el auto más vendido en la historia de la industria automotriz mundial con más de 50 millones de unidades a lo largo de sus doce generaciones. En Argentina también lidera los rankings de venta y se ganó un lugar en el corazón de la gente por su calidad indiscutida.

El año pasado la marca japonesa renovó al modelo con un leve rediseño frontal, pero con cambios significativos que no se ven a simple vista e inciden directamente en la protección de todos los pasajeros.

Una de las grandes novedades es que las seis versiones que se comercializan en nuestro mercado incorporaron, de serie, el Toyota Safety Sense, un paquete de asistencias a la conducción (ADAS) integrado por un radar de ondas milimétricas combinado con una cámara monocular. De esta manera, detecta situaciones de riesgo y alerta al conductor para evitar o mitigar choques.

Entre las ADAS que presenta, se destacan el Sistema de Pre-Colisión Frontal, el Control de Velocidad Crucero Adaptativo, Sistema de Alerta de Cambio de Carril, Sistema de Luces Altas Automáticas, entre otros. Por su parte, también incorpora los Controles de Estabilidad y Tracción, y el Asistente al Arranque en Pendientes.

En términos de seguridad pasiva marca la diferencia al sumar siete airbags en toda la gama. Además de los frontales, laterales delanteros y de cortina para ambas plazas, suma el de rodilla para el conductor.

El nivel de equipamiento que presenta fue fundamental para alcanzar el premio Crash Test en la categoría Auto Mediano y para ser el de mejor relación precio-seguridad de todos los segmentos y de esa manera quedarse con el Oro.

El comportamiento estructural incidió también favorablemente en su puntuación ya que se tuvieron en cuenta las cinco estrellas que obtuvo en los crash test de alta velocidad que le realizó el Latin NCAP, con un 83,31 % de protección para pasajeros adultos y un 91,84 % para protección infantil.

El Corolla es un claro ejemplo de cómo Toyota consigue democratizar la seguridad elevando los estándares a las versiones de entrada de gama en todo su portfolio de productos.