Mercedes-Benz ha sido un gran protagonista de los premios Crash Test desde sus inicios y no es casualidad. La marca alemana patentó cientos de innovaciones de seguridad a lo largo de la historia que fueron incorporando otras marcas y salvaron millones de vida.

Este año volvió a obtener el premio a la Excelencia, que consagra al modelo de mayor Índice de Seguridad sin tener en cuenta su precio. El ganador fue su Sport Utility mediano que ofrece tres filas de asientos para que viajen cómodamente siete pasajeros.

El modelo lo tiene todo en términos de protección. En cuanto a seguridad pasiva, incorpora un completo conjunto de airbags integrado por los frontales, laterales delanteros, de cortina para cubrir la cabeza y el cuello de los pasajeros laterales de ambas plazas y de rodilla para el conductor.

En seguridad activa reúne una serie de asistencias y ayudas que colaboran para evitar que se produzcan choques. Dentro del completo equipamiento destacamos la advertencia de distancia de frenado y el frenado activo de emergencia que actúa cuando el conductor no reacciona ante la inminencia de un choque.

El GLB viene provisto de los Controles de Estabilidad y Tracción, Asistente para Ascenso y Descenso en Pendientes, y el exclusivo Adaptive Break, que asiste a quien maneja ante situaciones de riesgo que pueden presentarse por el estado del camino o maniobras peligrosas.

En comportamiento estructural alcanzó 29.40 de 30 posibles gracias a la fortaleza de su estructura, conformada por aluminio y aceros de máxima resistencia. Su eficacia para proteger a los ocupantes fue comprobada en las pruebas de impacto del EuroNCAP, donde obtuvo la máxima calificación de cinco estrellas.