El Toyota Yaris es un claro ejemplo de la evolución que CESVI viene pregonando desde hace 25 años: elevar los estándares de seguridad de las versiones base. El modelo de la marca japonesa, que se fabrica en Brasil, se renovó el año pasado, sumando mayor seguridad a los atributos que ya tenía y lo convirtieron en un éxito de ventas.

Incorporó siete airbags para todas sus versiones: frontales, laterales delanteros, de cortina para cubrir ambas plazas y de rodilla para el conductor. Ningún otro modelo de su segmento ofrece esta cantidad de bolsas de aire.

El Yaris 2021, además, cuenta con una serie de sistemas que se anticipan al choque para intentar evitarlo como los Controles de Estabilidad y Tracción, el Asistente al Arranque en Pendientes y el Asistente al Frenado de Emergencia.

El puntaje más destacado en el Indice de Seguridad lo recibió en su comportamiento estructural, con 23.70 de 30 puntos posibles, ya que ofrece una buena protección para ocupantes adultos y niños en caso de que se produzca un impacto.

Por el nivel de equipamiento y la protección que ofrece, Yaris impone una referencia entre los vehículos de entrada de gama de todas las marcas. Ojalá sea el disparador para que otras terminales también incrementen la seguridad de los modelos más económicos.